Mediante un dispositivo electrónico que se implanta superficialmente en la piel  por  6 días, se pueden  medir  los niveles de azúcar de manera  continua las  24 horas.  Esto permite  conocer mejor el comportamiento  del azúcar  especialmente  en casos de diabetes de difícil manejo para poder  hacer ajustes  en el tratamiento  adecuados que permitan controlar mejor la enfermedad.